Cuando piensas en la lactancia, ¿qué te imaginas? Tal vez un recién nacido amamantando con su madre aún en el hospital, o un gordito de mejillas rosadas de seis meses amamantando felizmente con su madre en el parque.
Lo que la mayoría de la gente no prevé es amamantar a un niño pequeño.
Los números de lactancia bajan al cuarto mes
Según la Encuesta Nacional de Alimentación Infantil de Australia de 2010, el 96% de las madres primerizas inician la lactancia materna, pero sólo el 39% de estos bebés siguen siendo alimentados exclusivamente con leche materna a los cuatro meses. Esa cifra baja al 15% cuando los bebés tienen seis meses.
Las estadísticas del Estudio longitudinal de los niños australianos de 2006-2007 ofrecen estadísticas ligeramente diferentes, ya que el 28% de los niños de doce meses de edad siguen siendo amamantados. Pero a los 18 meses, los números estaban en el 9%, y a los dos años, en el 5%.
Amamantar a un niño pequeño: Por qué es increíble
Ningún padre debe sentirse juzgado por el tiempo o la duración de la lactancia. Aquí están algunas de las razones por las que amamantar a un niño pequeño es increíble:
- El vínculo continuado. La lactancia materna le permite satisfacer las necesidades emocionales y físicas de su bebé de una manera sana y normal.
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La nutrición. Aunque es probable que un niño pequeño ya esté explorando varios alimentos diferentes, la lactancia materna se compara de alguna manera con la toma de un multivitamínico.
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La protección de la enfermedad. Su leche materna sigue proporcionando a su hijo pequeño una inmunidad reforzada.
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Los ahorros. Se sorprenderá de lo mucho que se ahorra al no comprar la fórmula.
Cómo cuidar a un niño pequeño en público
Amamantar a un niño pequeño, especialmente en público, puede ser más difícil para las madres cuando sienten que hay un estigma asociado a ello, o simplemente pueden sentirse incómodas amamantando en público. Para ayudar a aliviar cualquier vergüenza que pueda sentir, enseñe a su hijo pequeño una «frase clave» o una «palabra clave» especial para pedirle que amamante. Puede ser verbal o física (es decir, su hijo se da palmaditas en el pecho).
Muchos niños pequeños también comenzarán a pellizcar y a pinchar diferentes áreas de su cuerpo mientras se alimentan. Tan pronto como estos comportamientos comiencen, redirige sus manos. Si es necesario, tenga a mano un juguete especial para que jueguen con él mientras usted se alimenta.
Por último, ponte cómodo. Esto significa no sólo ser capaz de alimentar discretamente a su hijo, sino también sentirse como su fabuloso yo mientras lo hace. En Peachymama, tenemos una nueva selección de modas para la temporada otoño-invierno, incluyendo nuestro popular jersey Flame y la túnica de lactancia Butterflies.
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